Fiona,
No sé por dónde empezar este mensaje. Supongo que hablando con mucha sinceridad y pensando muy bien lo que redacto para que sientas que solo busco paz.
El único motivo por el cual viaje a Colombia años atrás, fue para conocer a mi familia. Las cosas no salieron como lo esperaba. Ya te conté lo sucedido, no es necesario volver a explicarlo, además que hay versiones diferentes. La mía sin embargo me consta y la vuelvo a explicar porque así fue. Mi «padre» bajo presiones a los pocos días de mi llegada me mandó una carta, que debo tener aun si la busco, donde me explica que ha reorganizado su vida y que lo mejor era que me fuera. Cuento terminado.
Lo otro ya te lo conté a lo largo y ancho: las presiones, las explicaciones de Monseñor Gomez Hoyos…
Me quede en Colombia, seguí mi camino y te explique a lo largo y a lo ancho porque tuve que iniciar un proceso de filiación. Sabes porque un día me contactaste mucho mejor que yo. De lo que entendí y quisiera mucho equivocarme, estaban preocupados por el proceso contra Coloma y tal vez pensaste que hablarme podría llevarme a desistir de este pleito. Viendo que el caso fallo en mi contra, estar en contacto conmigo ya no tenía utilidad.
En síntesis, hoy por hoy sigo buscando a mi familia y una relación de verdaderos hermanos donde no debería de existir manipulaciones y acusaciones equivocadas.
Te lo repito, hoy por hoy sigo buscando a mi familia. Es así de sencillo y parece difícil de entender.